sábado, 16 de febrero de 2013

Hugh se llamaba Llew...


Por el protagonista de la trilogía La Canción de Albión (de Stephen R. Lawhead), una obra del género fantástico que se inspira en el mundo celta que es la hostia en vinagre y recomiendo su lectura. De un modo genial mezcla el mundo real con el ficticio y la mitología celta, urdiendo una trama que engancha y reflejando la naturaleza del ser humano de un modo más realista de lo acostumbrado en este género.

Llew y Tegid de La Canción de Albion
Pero en fin, aunque genial, ese nombre, “Llew” (suponemos que se pronuncia “Yiuv”), era bastante complicado de comunicar al resto del mundo no friki, y nos planteamos ponerle uno menos exótico.

Por aquel entonces, el cachorrito era casi todo negro salvo las cejas marrones y un poquito de marrón en las patas, cabezón, patilargo y barbudo. Tenía unas barbas muy largas, sobretodo un par de mechones, uno a cada lado de la mandíbula inferior... y me recordaban siempre a otro personaje de otra obra del género fantástico...
Hugh Cachorro EDUCAN Alicante Adiestramiento a domicilio
Detalle de los mechones en las barbas de Hugh

A un asesino. Un tipo singular que a lo largo de la obra sufre un destino muy peculiar... que le hace replantearse muchas cosas... y que no puedo describir demasiado sin soltar un spoiler, pero que afirmo que siempre fue uno de mis personajes favoritos: Hugh La Mano, del Ciclo de la puerta de la Muerte, de Margaret Weis y Tracy Hickman (los creadores de La Dragonlance).

Hugh La Mano del Ciclo de la Puerta de la Muerte, por Melusaaste

Hugh La Mano con Bane, por Melusaaste


Y como Hugh (“jiug”) se parecía mucho a Llew (“yiuv”) y el perrillo no se iba descolocar demasiado, Hugh se quedó.

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