Almendro, Almendrugo, Almondiguilla, Almóndigo, Amore
d'Italia-amore cremoso, Amore amantissimo amantissimae, Barbas, Barrabás, Belfos, Berenjenilla,
Berenjena de Almagro, , Berenjeno, Berenjenónigo, Berza del campo, Berzolino,
Bicho, Bicho-bola, Bollullo del amor, Cachorro, Cafeccini, Cebollita,
Choco-choco, Chibi, Cordero, Cordero de Dios, Cosi-cosita, Cuerpecilio, Cuerpo Canino de
Obediencia, Cuquito, Enano, Hugo, Húguido, Huguidad, Negrito, Orejón, Peque-poco, Peque-puço,
Príncipe de la dulce pena, Perrusildo o purrusildo, Picha brava,
Púsido, Salchichilla valiente, Salchichón, Ratón, Ratilla, Tocinillo de cielo,
Tonelito, Torillo...
VS
Barbas, Bicha, Brumadora, Brúmidas,
Bruminensis, Brumivare, Brumipore, Brumónidas, Brumoniwa, Bru-bru,
Brumedad, Brumosidad, Brútida, Caballo, Cachorra, Cuerpo, Culo, Gorda, Galga, Gálguida,
Guapa, Lobita, Machorra, Meneillos, Monga, Montón de patas, Pava, Pedorra, Pecho, Presencia, Petarda, Princesa,
Princesosa, Rata, Ratona, Ser, Vaquita, Velociraptor, Villa-maravilla...
Dicho esto, y una vez arrastrada y
pisoteada nuestra dignidad de rudas adiestradoras, esperamos que os
haya divertido la colección siempre ampliable de epítetos cariñosos
que han recibido y reciben nuestros compañeros en el día a día. La
tenéis por orden alfabético: algunos de ellos son antiguos y ya los
hemos desechado, la evolución natural de cualquier apodo es tender a
la desaparición, pero otros son recientes y usados con bastante
frecuencia.
Más allá de la cursilada de apodar a
nuestros perros que, no nos engañemos, hasta el más machote de los
machotes comete, estos nombres accesorios nos son muy útiles en la
vida diaria para proteger al NOMBRE real, esa palabra mágica cuyo
significado debe ser siempre “préstame atención porque va a pasar
algo de tu interés” y que nunca debe ser ignorado, de un uso
demasiado frecuente que lo “ desgasta” y hace que pierda su
significado, porque el perro no siempre es capaz de atendernos y
nosotros no siempre podemos ofrecerle algo relevante después de
llamar su atención.
Un ejemplo: acabamos de llegar tras
estar fuera de casa un rato y, pasados unos minutillos les dejamos salir
y nos reciben con excitación, moderada, pero excitación al fin y al
cabo. Esta es una situación en la que tal vez quisiéramos
interaccionar con el Peque-poco (uno intenta ser fuerte y no fomentar
su hiperapego, pero es inevitable echarle de menos), pero él está
demasiado activado por la emoción de nuestro regreso y el análisis
de toda la información olfativa que traemos con nosotras. Sería
injusto para el perro y perjudicial para nuestra comunicación que yo
insistiera en llamarle por su nombre para que viniera a mí cuando sé
que él no va a poder conectarse conmigo en ese momento y lo único
que voy a conseguir es que ignore la palabra que significa “préstame
atención” ( y por tanto que aprenda que puede ignorarlo). Sin
embargo, no tendría la mayor importancia si yo le digo “¡Hola
Peque-poco...! y él agita el rabo un poco más rápido sin ni
siquiera mirarme porque hay mil cosas más a las que necesita atender
en ese momento, y yo debo comprender esta situación. Si lo
necesitase, por supuesto podría exigirle que me prestase atención
con su nombre, pero si no es necesario ¿para qué agobiarle? Así
nos evitamos que su nombre, vital para su adiestramiento y nuestra
relación, se convierta en una letanía, y desarrolle esa “sordera”
al nombre de la que tantos propietarios se quejan.
Y aunque es cierto que la mayoría de los aquí
citados no son más que moñardeces puntuales expuestas para divertiros y para
nuestro recuerdo, algunos de ellos (chico, peque, bicho, tío, tía,
bonita, princesa, gorda...) los tienen perfectamente interiorizados
como parte de su código de comunicación, y los usamos
constantemente junto con sus órdenes o confirmaciones para
personalizarlas, enriquecerlas y enfatizarlas ;)
Íbamos a proponer a los lectores que se votara un ganador, pero mucho nos tememos que Hugh gana a Bruma por goleada... y es que, además de llevar un año más con nosotras, ¿tiene o no tiene cara de berza...?
Íbamos a proponer a los lectores que se votara un ganador, pero mucho nos tememos que Hugh gana a Bruma por goleada... y es que, además de llevar un año más con nosotras, ¿tiene o no tiene cara de berza...?
Mis favoritos siempre serán alguno de los olvidados en esa lista: "Patatito", "berenjenita del amor" y "Brumiwere" xD
ResponderEliminarAsí me gusta, que aportéis XDDD
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