Cuando decimos que todos los perros
deberían contar con un buen adiestramiento básico no es porque nos
dediquemos a ello profesionalmente y necesitemos ir convenciendo a
los propietarios de que nos contraten para adiestrar a sus perros.
Si lo decimos es porque conocemos las múltiples ventajas y beneficios que supone
introducir esta variable de organización y enriquecimiento en la
vida, por lo general desordenada y pobre en estímulos, de cualquier
perro con independencia de su tamaño, edad, raza o capacidades. Y
esto lo sabemos porque nos formamos con profesionales que han
dedicado su vida al estudio de la etología canina para encontrar,
gracias a la ciencia, no sólo los mejores protocolos para adiestrar
sino también los más beneficiosos, justos y acordes con las
capacidades reales del perro. Pero sobre todo lo sabemos porque desde
que el adiestramiento cognitivo-emocional empezó a calar en nuestras
vidas y por lo tanto en las de Hugh y Bruma, la vida cotidiana de
nuestros perros, sus capacidades cognitivas, su estado emocional y
nuestra relación con ellos no han hecho más que mejorar. Y lo sigue
haciendo, día a día.
Aunque empezar a pasearlos de forma
correcta convirtiendo el paseo en un momento de disfrute para todos,
poder soltarlos un rato todos los días sin miedo a que se pongan en
peligro por no obedecer, o entrenarles para que se autocontrolen y
entiendan que sentado o tumbado es para siempre hasta que le digamos
lo contrario, es utilísimo y una mejora ostensible en nuestras vidas
(las de los cuatro), quizá en el aspecto que hemos notado un cambio
más radical es en nuestra comunicación con ellos (de la cual se
derivan prácticamente el resto de beneficios). Porque el
adiestramiento, tal cual nosotros lo entendemos, no es solamente
conseguir cuatro conductas y que el perro las obedezca. Es, en primer
lugar y principalmente, el establecimiento de un vínculo afectivo
sano con el perro y de un código de comunicación sencillo y
totalmente comprensible para ellos. Parece una trivialidad, pero la
mayor parte de humanos no somos claros a la hora de comunicarnos con
nuestros perros, y ellos no nos entienden realmente, aunque creamos
que sí. Cuando los perros se dan cuenta de que te pueden entender y
de que toda la información que reciben de ti es importante para
ellos y siempre obtienen algo bueno si la atienden, la cosa cambia
radicalmente.
Hugh y Bruma saben perfectamente
cuando hacen algo bien (y queremos que sigan haciéndolo), cuando les
estamos pidiendo que hagan algo, cuando les pedimos que NO hagan
algo, cuando les pedimos que dejen de hacer inmediatamente eso que
están haciendo porque si eligen seguir haciéndolo nos enfadaremos y
entonces nuestra relación empeorará y disminuirá lo que obtienen
de nosotras, cuando estamos jugando con ellos, cuando los necesitamos
(a uno, al otro o a los dos), cuando no queremos que molesten, cuando
pueden hacer lo que les venga en gana, además de una retahíla de
ordenes y trucos que les hemos ido enseñado y que hacen la vida
mucho más cómoda y/o divertida para ellos y para nosotras,
mantienen su mente despierta y enriquecen su vida en casa y durante
los paseos. Y sobre todo saben que, si atienden a toda esa
información, la vida es maravillosa y nunca faltan premios, juego,
amor, caricias, sofá, paseos, comida y otras necesidades básicas
perrunas.
Creemos que todos los perros se merecen
vivir con la tranquilidad de saber qué sucede en cada momento a su
alrededor, cómo se encuentra y qué esperar del eje en torno al cual
gira todo su mundo y del cual depende su bienestar y supervivencia:
su compañero humano. Creemos que todos los dueños deberían poder
disfrutar de la maravilla que es tener un perro con la mayor calidad
de vida posible, de lo precioso que es ver cómo son capaces de
conectarse con nosotros y hasta donde llegan sus capacidades. Creemos
que todos los perros merecen poder usar su cabeza y sus potentes
sentidos y así tener una vida divertida y sana. Y todos merecen
disfrutar de una convivencia agradable en la que la comunicación
fluya, exista responsabilidad y no imposición, y las felicitaciones
y el cariño estén a la orden del día. Cualquier perro y cualquier
dueño puede y debería poder beneficiarse de esto. Y todo eso se
aprende, tanto dueños como perros, durante un adiestramiento actual y de calidad.
Hemos intentado trasmitir esto y muchas
cosas más sobre el adiestramiento en un artículo que hemos elaborado para nuestros amigos de la Clínica Veterinaria Manjón de Elda. Esperamos que os guste y que llegue a muchos de esos dueños
que buscan lo mejor para sus perros y aún no conocían todo lo bueno
que les pueden ofrecer.